En libros especializados de odontología, incluso se describen algunos casos aislados en los que la resorción dentaria puede afectar más a los dueños de gatos que a la media. No obstante,
estos hallazgos no han sido confirmados de forma definitiva.
Si acostumbras al gato desde el principio a no dormir en tu cama, este lo aceptará sin problemas. Sin embargo, si tomas esta decisión con el paso del tiempo, puede que el felino
no sepa cumplir esta regla modificada. Por ello, si fuera posible, deberías aplicarla desde el comienzo y equipar a tu gato con una confortable camita adaptada a sus necesidades.
Una cama para gatos aporta sensación de seguridad y de protección al minino durante el día y la noche y, además, lo protege de las corrientes de aire. Un lugar para descansar es
indiscutiblemente importante para el bienestar de tu compañero felino.
Desacostumbrar al minino en algún momento del futuro puede resultar un verdadero estrés tanto para él como para ti. Esto no quiere decir que con un refuerzo positivo, como puede
ser el uso de un clicker de adiestramiento o unos snacks para gatos, no se pueda conseguir.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de dejar que mi gato duerma en la cama?
Es igual de importante la desparasitación trimestral como asegurarse de que nuestro minino no tiene ectoparásitos y pulgas. Esto es relevante porque, en el peor de los casos, pueden
transmitir la enfermedad de Lyme a las personas. Debemos tener en cuenta que, aparte de los parásitos, también se pueden transmitir enfermedades bacterianas. Por lo tanto, los
aspectos positivos que hemos visto sobre la cercanía del gato se pueden convertir en puntos negativos.
Si dejas que tu pequeño felino duerma contigo en la cama, deberás tomar más medidas de higiene que si este no la utilizara, ya que los mininos sueltan mucho pelo de forma natural.
También hay que prestar una atención especial si somos alérgicos o asmáticos. En este caso, deberías renunciar lo
máximo posible a la compañía de tu gato en la cama.
Por otra parte, al minino no se le ha perdido nada en la cama de tus hijos. Montando una rejilla protectora, puedes evitar que el gato salte a la cama de tus hijos por la noche.
Por lo demás, durante el día los más peques de la casa pueden pasar tanto tiempo jugando y acariciando al gato como quieran —y como quiera el felino—. Por supuesto, para ello
también es necesario tomar ciertas medidas higiénicas.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, está en tus manos decidir si dejas que tu gato duerma en la cama o no.