Parásitos en gatos: cómo eliminar pulgas y garrapatas

Los parásitos son unos pequeños torturadores que se alimentan con la sangre de animales como los gatos. Aparte de ser muy molestos, también pueden causar enfermedades graves. En este artículo encontrarás toda la información que debes conocer acerca de los parásitos en gatos, sobre todo, de las pulgas y garrapatas.

Garrapatas en gatos

En cuanto empieza la época de calor y la temperatura supera los diez grados, las garrapatas acechan en la hierba. Entre los parásitos que afectan a los gatos, las garrapatas son de los más conocidos. Los mininos que salen de casa son una de las víctimas favoritas de estos pequeños «chupasangres». Pero, más allá de incomodar, las garrapatas también pueden ser peligrosas porque transmiten enfermedades como la enfermedad de Lyme o la babesiosis.

Afortunadamente, los gatos se infectan con una frecuencia mucho menor con patógenos transmitidos a través de las garrapatas que los perros o las personas. Sin embargo, pueden desencadenar enfermedades, sobre todo, en los mininos con las defensas bajas. Además, las garrapatas que han infestado a los gatos pueden pasar a los perros o a las personas y contagiarles enfermedades.

Control de garrapatas en gatos

Cuanto antes se descubra y extraiga la garrapata, menor es el riesgo de transmisión de patógenos a través de la herida. Es importante actuar rápidamente, sobre todo, para evitar el contagio de la enfermedad de Lyme. La bacteria Borrelia burgdirferi se encuentra en el intestino de las garrapatas y de ahí viajan al lugar de la picadura para contagiar a un nuevo huésped. Este proceso tiene una duración mínima de doce horas. Por lo tanto, si la garrapata está infectada con la borreliosis de Lyme y se extrae a tiempo, por norma general no es posible que se transmita la enfermedad.

La mejor opción es inspeccionar al gato después de cada paseo para ver si tiene garrapatas. Estas prefieren los lugares con la piel más fina y con menos pelaje; por eso debes prestar especial atención a la zona de la cabeza, las orejas, el cuello, la tripa y las partes interiores de los muslos. No obstante, es recomendable examinar a fondo todo el cuerpo del gato. El tamaño de las garrapatas varía en función de la cantidad de sangre que han ingerido, por lo que pueden ser desde tan pequeñas como la cabeza de un alfiler hasta tener una medida semejante a la del hueso de una cereza. En consecuencia, a veces se localizan mejor y otras peor.

Cómo eliminar las garrapatas

La manera más sencilla de extraer una garrapata es con la ayuda de una pinza quitagarrapatas. Estos parásitos tienen una boca que se integra en la piel. Con una pinza especial se pueden sacar las garrapatas de forma adecuada. Bajo ningún concepto se deben aplastar las garrapatas porque es posible que segreguen el contenido de su intestino y, con ello, los agentes patógenos, que entran en contacto con la herida y de ahí pasan a la circulación sanguínea del gato. También es crucial extraer la garrapata por completo, ya que si la cabeza queda insertada en la piel puede producir infecciones.

No es recomendable utilizar remedios caseros contra las garrapatas como, por ejemplo, el aceite, el pegamento o el quitaesmalte. Estas también pueden provocar que el parásito reviente y secrete patógenos en la herida de la picadura.

Cómo sacar una garrapata:

  1. Coge la pinza quitagarrapatas para extraerla.
  2. Coloca la pinza lo más cerca posible de la piel del gato.
  3. Agarra la cabeza de la garrapata y tira con cuidado y de manera uniforme para sacarla del lugar de la picadura.
  4. Comprueba que la garrapata se haya extraído por completo.
  5. Desinfecta la herida y revísala con regularidad. Si la zona de la picadura se inflama, deberás llevar al gato al veterinario.
  6. Ten siempre en mente la picadura de la garrapata. Si tu gato muestra síntomas de enfermedad, si está decaído o tiene fiebre, has de llevarlo al veterinario.

Una vez extraído el parásito, queda la pregunta de qué hacer con él. Las garrapatas son muy resistentes, por lo que muchos dueños de gatos que tienen plagas de garrapatas utilizan métodos como el fuego u otros medios agresivos para proteger a su mascota y a sí mismos. Apúntate este truco sencillo: coloca la garrapata extraída sobre un trozo de cinta adhesiva y pliégala. Esta es una forma segura de deshacerse de ella.

Enfermedades transmitidas por las garrapatas

El peligro de las garrapatas, más que la incomodidad que provocan, es que pueden transmitir enfermedades graves. Aunque son pocas las veces en las que los gatos se infectan con ellas, los mininos con un sistema inmunitario débil son más propensos a enfermar. Estas son algunas de las enfermedades que pueden ser transmitidas a través de las garrapatas:

  • Enfermedad de Lyme: también conocida como borreliosis de Lyme, se activa mediante el grupo de bacterias Borrelia burgdirferi. Estas necesitan a los parásitos (como las garrapatas) para llegar a la sangre de nuevos huéspedes a través de la picadura y seguir propagándose.
  • Babesiosis: es una enfermedad infecciosa que aparece por los parásitos unicelulares Babesia. Estos se pueden transmitir a través de la picadura de la garrapata Dermacentor reticulatus y atacar los glóbulos rojos.
  • Anaplasmosis: también es una enfermedad infecciosa que se produce por las bacterias del género Anaplasma. En este caso también se transmiten mediante las garrapatas y atacan los glóbulos blancos.

Cómo prevenir las garrapatas en los gatos

Prevenir es mejor que curar, así que deberías proteger a tu gato de antemano frente a las picaduras de garrapatas y enfermedades que estas pueden transmitir. Para ello, existen diversos antiparasitarios para gatos que matan las garrapatas o impiden que se agarren fijamente.

  • Pipetas: las pipetas para gatos tienen una eficacia de hasta cuatro semanas contra las garrapatas y otros tipos de parásitos. Se aplican en la base de la nuca del animal y la sustancia se absorbe a través de la piel. Dado que el gato no puede alcanzar esa zona del cuerpo, la sustancia puede desplegar todo su efecto.
  • Sprays: los sprays antiparasitarios para gatos son muy eficaces contra las garrapatas y otros parásitos. Una vez aplicados, ofrecen hasta cuatro semanas de protección.
  • Collares: los collares antiparasitarios, son otra alternativa para proteger a tu pequeño felino. Son muy sencillos de colocar alrededor del cuello del gato y son profilácticos frente a los parásitos para prevenir una infestación por estos desagradables insectos.

En caso de una infestación parasitaria felina, solo deben utilizarse antiparasitarios indicados también para los gatos. Los antiparasitarios para perros suelen contener el agente activo permetrina, que es nocivo para los gatos y que, en casos extremos, puede ser mortal.

Pulgas en gatos

Cuando un gato tiene picor, puede deberse a la presencia de pulgas, uno de los parásitos más conocidos. Estas no solo molestan mucho, sino que también pueden originar enfermedades.

Por regla general, las infestaciones por pulgas se producen por contacto con otros animales afectados. No obstante, también es frecuente que se asienten en tejidos como, por ejemplo, las alfombras, los cojines o los sofás. Normalmente, una vez que la pulga adulta ha encontrado un huésped, no suele cambiarse a otro. Se mantiene de forma permanente en su víctima y se alimenta de su sangre. Las pulgas se propagan muy rápido; las hembras producen unos 30 huevos al día. En el caso de los gatos, los huevos se ponen y se deslizan hacia abajo, por lo que llegan al entorno del animal (sofá, rascador o grietas del suelo, entre otros). De cuatro a doce días más tarde salen las larvas de los huevos, que se alimentan de excrementos de otras pulgas y material celular que caen del gato. Después, las larvas se convierten en crisálidas o pupas y, a los pocos días, nacen nuevas pulgas listas para buscar huéspedes. Por esta razón, es importante combatir no solo las pulgas adultas, sino también los huevos y las larvas.

Las pulgas pueden pasar a las personas, aunque cada tipo de pulga está especializado en un huésped en particular (de ahí que exista, por ejemplo, la pulga del perro o la pulga del gato). Dicho esto, cabe mencionar que estos parásitos no son muy exigentes en este aspecto.

Cómo identificar las pulgas en los gatos

A simple vista es difícil reconocer una pulga debido a su pequeño tamaño de apenas unos milímetros. El síntoma principal de una infestación por pulgas en los gatos es el picor. Este provoca que el minino se rasque, lama o muerda con frecuencia. Debido a esto pueden aparecer heridas o eczemas.

Si tienes la impresión de que tu gato tiene pulgas, deberías inspeccionarlo. Si observas algún ejemplar, está claro que tu minino está infestado. Si no encuentras ninguno, puedes averiguar si tu gato tiene pulgas buscando en él excrementos de estas.

 

Cómo averiguar si tu gato tiene pulgas:

  1. Coloca al gato sobre una superficie lisa que sea lo suficientemente clara para reconocer los restos fecales de las pulgas cuando se caigan del pelo. Un buen lugar para ello es un suelo de baldosas o la bañera.
  2. Peina el pelaje de tu gato a fondo con un peine quitapulgas. En caso de existir excrementos, observarás una especie de pequeñas migas negras bien en el peine, bien en el suelo.
  3. Recoge estas migas con un pañuelo blanco y humedécelo con cuidado.
  4. Si se trata de excrementos de pulgas, las migas se disolverán y aparecerán unas manchas rojas en el pañuelo. Esto se debe a que los excrementos son sangre no digerida del gato.

 

Peligros de las pulgas

Aparte de incomodar, las pulgas también pueden resultar peligrosas, ya que pueden causar:

  • Anemia: una infestación grave por pulgas puede conllevar una pérdida de sangre considerable que desemboca en una anemia.
  • Alergia a la saliva de la pulga: al picar, la pulga segrega saliva, que es la responsable del picor típico, y que puede causar alergia en algunos gatos.
  • Tenias: las pulgas pueden contener huevos de tenias. De ser así, si el gato ingiere la pulga, los huevos llegan al intestino y las tenias se desarrollan allí.
  • Hemobartonelosis: también conocida como anemia infecciosa felina, es una enfermedad infecciosa causada por las bacterias de la familia Mycoplasma (Hemobartonella felis). Las pulgas son transmisoras de estas bacterias que pueden dañar los glóbulos rojos del gato.
  • Bartonelosis: las pulgas son las principales transmisoras de las bacterias del género Bartonella. Aunque estas bacterias no suelen causar enfermedades en los gatos, pueden transmitir a las personas la bartonelosis a través de un arañazo o si entran en contacto con una herida abierta.
  • Cómo eliminar las pulgas

    Para librarse de los parásitos como las pulgas en los gatos, hay que tratar tanto al animal como su entorno:

    1. Tratamiento del animal y de sus compañeros:

    Puedes elegir entre una gran variedad de productos para eliminar las pulgas en los gatos: desde pipetas que se administran en la base de la nuca hasta sprays y collares antiparasitarios. También existen pastillas, que son eficaces durante un periodo de tiempo determinado.

    1. Tratamiento del entorno:

    Si tu gato tiene pulgas, es indispensable que trates el entorno para eliminar las pulgas en todas sus fases de desarrollo. Lava las alfombras y mantas a mínimo 60 °C. Utiliza la aspiradora con más frecuencia y pásala por todas las superficies relevantes. Después de haber pasado la aspiradora la primera vez, es necesario separar y desechar la bolsa. Además, también se puede tratar el entorno con sprays antiparasitarios.